La celebración del 1 de mayo por el Día del Trabajo nos recuerda su verdadero significado: el trabajo es un derecho fundamental y como tal tiene reconocimiento a nivel constitucional en nuestro país; es un deber y un derecho, base del bienestar social y un medio de realización de la persona.
Por lo tanto, esta fecha debe ser una oportunidad para reflexionar sobre el derecho al trabajo, y analizar si como país realmente hemos avanzado en brindar un Trabajo Digno y Decente para todos los peruanos, que les permita la realización de su proyecto de vida con seguridad para ellos y su familia. Todos hemos sido testigos, durante la pandemia por COVID-19, la manera en que el empleo informal se ha visto afectado y cómo se ha evidenciado que estos trabajadores a pesar de haberse visto impedidos de laborar, no han podido tener acceso a los beneficios que otorgó el Gobierno, debido a que no cuentan con la formalidad requerida.
Aun sabiendo que faltan todavía muchas cosas por hacer y mejorar para que nuestros trabajadores puedan tener una mayor formalidad, encontramos ahora sumamente preocupante la eventual aprobación del nuevo Código del Trabajo, porque no solo generará más informalidad, sino más incertidumbre y un incremento de los costos laborales en el sector formal de la economía.
Este nuevo anteproyecto del Código del Trabajo contiene 463 artículos, en los que se puede encontar que hay varias modificaciones, tales como la eliminación del tope de indemnización por despido, la restricción de la tercerización en actividades nucleares del negocio y la eliminación de tres modalidades de contratación temporal, entre otros. Estas modificaciones son sustanciales e impactarían fuertemente a las empresas.
Analizando este anteproyecto se puede observar que se centra en medidas de protección para los trabajadores formales, sin tener en cuenta que aproximadamente el 75 por ciento de los empleos en el Perú son informales, lo que no solo es discriminatorio frente a la mayor masa de trabajadores, sino que incentiva la informalidad
El Perú ha venido luchando por mucho tiempo contra la informalidad, con algunos avances; sin embargo, ahora esos avances los vemos en peligro a consecuencia de las medidas populistas de los últimos gobiernos, especialmente durante la pandemia por COVID-19 y, en el momento actual, por la incertidumbre política y las medidas trasnochadas como las planteadas en este nuevo anteproyecto del Código del Trabajo.
Nuestro país necesita cambios, pero estos deben basarse en medidas bien pensadas que puedan enfrentar la actual crisis política y económica uniendo a todos los ciudadanos en vez de fomentar el conflicto en los actores económicos del país.
Desde nuestro Estudio, queremos desearles un feliz Día del Trabajo a todos los peruanos que con coraje enfrentan las dificultades diarias de sustentar sus familias, y hacemos votos para que este Gobierno enrumbe su accionar pensando en la prosperidad de todos los habitantes del país y no solo de una minoría.